Cuando empieza el año queremos iniciarlo con buen pie, con todo listo y preparado para afrontar retos y objetivos. Además, siempre que podamos, nos gusta sentirnos rodeados de las cosas que nos gustan, tanto en casa como en el trabajo, ya que ver las imágenes de lo que amamos produce un impacto positivo en nosotros, que puede darnos energía y impulsar un cambio de humor. Hay una elemento que puede aunar esta visibilización de objetivos y que, al mismo tiempo, nos muestre aquello que amamos: los calendarios personalizados.
Tanto si es para nosotros mismos, como para regalar a un familiar o amigo, un calendario personalizado nos ofrece la posibilidad de colgar en las paredes fotografías de seres queridos y que estas vayan cambiando mes a mes, así como imágenes o ilustraciones bonitas o humorísticas que nos hagan afrontar el mes de mejor humor. Y ahora viene la gran duda: ¿lo hacemos a mano o lo compramos por Internet? Vamos a ver los pros y los contra de cada opción.
Calendarios personalizados hechos a mano
Los calendarios personalizados hechos a mano cuentan con el encanto de lo artesano, que le añade valor y candor, ya que detrás de su realización hay muchas horas, mucha dedicación y mucho amor. Además, son únicos, no habrá dos iguales en el mundo, y puedes desarrollar tus habilidades en caligrafía, lettering, diseño e ilustración.
¿Los contra? Precisamente lo mismo, que lleva mucho tiempo, ya que son la portada más 12 meses, lo que supone 13 diseños, con la elección de 13 fotografías que hay que mandar revelar o imprimir, o la elección o realización de 13 ilustraciones, a lo que se añaden los 12 meses y los 365 días escritos a mano… Si no se te da bien las manualidades, esta no es una opción.
Calendarios personalizados comprados por Internet
Los calendarios personalizados comprados por Internet tienen a su favor la comodidad y la rapidez, ya que se pueden elegir diseños preciosos y, en poco tiempo, subir las fotografías y las imágenes de la portada y de cada mes. En menos de 1 hora tendrás el calendario personalizado listo. Además, se pueden elegir muchísimos formatos de calendario, ya sean de mesa con soporte, de imán, de pared… algo que a mano se complica bastante.
En cuanto a los contra, carecen del encanto de lo hecho a mano, por supuesto. La persona a quien se lo regales le va a gustar igualmente, pero no tendrá la belleza singular de lo que se hace a mano, sino que más bien tendrá un diseño en serie.
Conclusión: ¿Qué es mejor?
¿Que qué es mejor? Pues depende de tu tiempo y de tus habilidades. Si tienes tiempo y eres bueno o buena en manualidades, tienes cierta habilidad para dibujar y para rotular el nombre de los meses y los días a mano, entonces, la mejor opción es a mano, porque lo vas a disfrutar.
Si el diseño y el lettering no es lo tuyo y encima no tienes tiempo, entonces, lo mejor es personalizarlo y encargarlo por Internet. Piensa que, si no se te da bien, no vas a hacer que alguien a quien amas cuelgue un churro de su pared 😉
Esperamos que este artículo te haya servido para decidirte a regalar un calendario personalizado a mano o comprado y que seas sinceros contigo mismo y escojas la opción que más te convenga, ya que el regalo va a gustar igualmente.
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