Para llevar a cabo el oficio de dibujante, además de las dotes de artista que debe poseer, el ingenio y la creatividad, tiene que tener un buen arsenal de materiales útiles para desarrollar esta labor. Los lápices, rotuladores y el papel sobre el que dibujar son tres elementos esenciales
La práctica del dibujo se remonta a los tiempos más remotos de la historia de la humanidad, siendo una cualidad intrínseca del ser humano. Afortunadamente, las personas que disfrutan del dibujo ya no tienen que pintar con carbón, arcilla u otros métodos primitivos, como pintar sobre las paredes de una roca.
En la actualidad, la cantidad y variedad de materiales y soportes es enorme, desde lápices, gomas, tintas y pinceles hasta cartulinas, plumillas o rotuladores… de diferentes espesores, gramajes, colores… en definitiva, todo un mundo de elementos con los que poder practicar esta actividad tan gratificante y saludable.
Este artículo se va a enfocar en dos regalos que los artistas vocacionales y profesionales agradecerán con toda seguridad: los lápices de colores de la marca Prismacolor, los rotuladores de doble punta con pincel para caligrafía o ilustraciones, además de algunos tipos de papel, los más adecuados para pintar y dibujar.
De los lápices de colores
Desde que Johan Sebastian Staedtler inventó el lápiz de cera de color en 1834, se ha producido toda una revolución en la forma de esta herramienta. Además de la enorme variedad en colores, también encontramos una amplia oferta en calidades.
El mercado ofrece desde lápices muy económicos, destinados a los pequeños de la casa para que se entretengan y se inicien en estas actividades de forma lúdica, hasta los más caros y espectaculares para coleccionistas. Los más recomendables siempre serán aquellos que guarden la mejor relación calidad precio posible, como los lápices de colores Prismacolor, unos lápices artísticos para estudiantes de bellas artes y artistas profesionales con los precios más competitivos del mercado.
Cualquiera que se dedique profesionalmente al dibujo podrá confirmar la enorme diferencia que existe entre los lápices de colores profesionales de los que no lo son. Aunque, a simple vista no se aprecien las diferencias, la tecnología aplicada para la producción de unos u otros varía considerablemente.
Un lápiz de calidad ofrecerá una mayor saturación, mejor capacidad de mezcla, un aumento de la resistencia… Sus pigmentos serán de mayor calidad, por lo que también tendrán una alta fotoresistencia, es decir, que resistirán mejor a la incidencia de los rayos solares, serán, por tanto, más duraderos.
Así mismo, su rango cromático es más amplio, pueden ser acuarelables, esto es que, en contacto con el agua, se comportan como una acuarela, aumentando su polivalencia. También pueden actuar como pastel, pues la consistencia de su mina y textura son muy similares al pastel, lo que facilita un gran afilado de la mina, para ser más minucioso en los detalles.
De los rotuladores
Los rotuladores pueden categorizarse en dependencia de la tinta que utilicen, aunque todas están formadas por pigmentos químicos muy finos vehiculados con agua o alcohol.
Con base de agua, tienen como destinatarios a los escolares, pueden localizarse con tres tipos de puntas; fina (0,5 mm de grosor), media (1 mm) y punta gruesa y extra-gruesa (varios milímetros). Por su parte, los rotuladores con base de alcohol soportan una gran estabilidad, permiten capas superpuestas sin mezclar los tonos y no se diluyen con agua.
Cabe resaltar los rotuladores de doble punta con pincel, especialmente diseñados para hacer lettering, es decir, para escribir letras de forma artística. Los rotuladores con pincel para caligrafía tombow ABT Dual Brush también se pueden comprar en la web papeleria-tecnica.net, un blog especializado en productos de papelería y materiales de bellas artes.
Este tipo de rotuladores posee una punta flexible ideal para realizar diferentes trazos, gruesos o finos. Estas puntas son de fieltro, lo que permite una pigmentación rica y armoniosa. Consiguen una degradación original y precisa, con más posibilidades de crear texturas, facilitando la labor de llegar a los bordes.
De los tipos de papel
La elección del papel para dibujar va a depender del medio con el que se trabaja. Pueden ser de fibras, rugoso, vitela (piel de animal), que no lleve ácidos según una marca o fabricante. En cualquier caso, el lugar donde adquirirlos es fundamental para que se pueda recibir asesoramiento y consejo sobre cuál es el más apropiado para cada caso.
Por ejemplo, la cartulina bristol es la preferida por dibujantes profesionales e ilustradores, pues es mucho más resistente y gruesa que una cartulina normal. Y es que el papel usado para la ilustración suele tener un gramaje bastante elevado (por encima de los 180 g/m2), un grano fino y una textura satinada.
El tipo de papel para dibujar, por tanto, va a depender de las necesidades del dibujante, que tendrá en cuenta cuestiones como las medidas. También se debe considerar que tenga poco gramaje si se quieren pintar bocetos, se necesitarán blocs u hojas sueltas para pintar cosas puntuales, distintos tipos de tinta…
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