Las chapas de refrescos son un material ideal para reciclar y realizar manualidades. Con un simple agujerito hecho en la chapa, podemos convertirla en un collar. A ello, le podemos añadir una bonita palabra debajo de la parte de silicona que suele venir en ella y rellenar los bordes con pequeñas cuentas y virutas de plástico pegadas. Queda super bonito y, desde luego, es una manualidad sencilla y barata para regalar a una amiga.
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