La imaginación de la gente no deja de sorprendernos, de verdad. Si tenéis por ahí cucharas de plástico que os hayan sobrado de la celebración de algún cumpleaños, no las tiréis. Podéis pintarlas, cortar el mango, pegarlas en un trozo de cartón y convertirlas en la decoración perfecta para un espejo. Es super original y queda una idea estupenda tanto para regalar como para ti, para decorar alguna estancia de tu casa.
Deja una respuesta