Lo que más nos gusta de este DIY es que contiene material deciclado y, qué demonios, que es precioso! Se trata de convertir una lata de conservas en una lámpara o candelabro pintándola, haciéndole agujeritos para dejar pasar la luz y colocando una velita dentro. Si eres manitas con la electricidad y te atreves a ponerle una bombilla y un interruptor, pues de lujo. Es un regalo hecho a mano realmente bonito. ¿Os gusta?
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